Este local del barrio de Polanco tiene mesas en la acera, un bar con barra en forma de U y mesas en un comedor trasero desde donde se ve la cocina. En todo el lugar predominan los tonos crema, con mesas lacadas en blanco roto, banquetas de cuero beige y elementos de madera clara en contraste con las paredes de hormigón. Su carta, entendida como un mestizaje de cocina mexicana e influencias globales, incluye platos como las madalenas con paté y encurtidos, una selección de quesos locales y salchichas caseras al estilo de Laos. El respeto por la gastronomía sostenible se hace patente en la larga lista de “productores aliados” que abre el menú. No dudes en probar el magret de pato a la parrilla, con su piel bien crujiente y servido con gajos de higos, betabel y el mole de la casa, todo ello acompañado de excelentes tortillas.