El olor a parrilla te indicará que estás llegando a este encantador local escondido en una pequeña pero colorida calle secundaria. En él, el chef José Manuel Baños propone una variada carta mexicana con toques europeos y el foco puesto en los cortes de carne. Lo cuidadoso de la ejecución y la diversidad de matices se ponen de manifiesto en platos como los tostones de plátano rellenos y mole negro, un platillo profundo y complejo con matices dulces y salados. Y aunque los cortes acaparan el protagonismo, es imposible no prestar atención a los llamados platos “fuertes”, entre ellos unas costillas con glaseado de cerveza y reducción de piloncillo que se funden en la boca. Un delicado mousse de chocolate con cacao desmenuzado y helado de menta pondrá un toque final más ligero y refrescante.