El sol inunda de luz este colorido y espacioso patio a cielo abierto con bonitas mesas de madera y piezas de alfarería, textiles y cuadros de artistas locales adornando las paredes: un marco con encanto que capta la esencia y la chispa del centro de Oaxaca y que resulta ideal para descubrir los sabores tradicionales de la región en forma de cuidados platos. Un buen comienzo pueden ser las garnachas, unas tortillas de maíz impecablemente fritas y cubiertas de picadillo de res y repollo encurtido. Los molotes de plátano con queso fresco y crema son una sabrosa aproximación a la cocina tropical. Otra opción son los tamales con mole negro, maíz dulce o pasas. Si no sabes por qué decidirte, una abundante fuente con las especialidades más representativas te permitirá probar de todo.